En esta época del año apetece empezar a abrir la ventana al irse a dormir, aunque aún no haya cambiado el edredón por algo más ligero. El sol entra desde el amanecer, a veces también se oye el mar. Siento la brisa en la cara y me llega olor a café y tostadas. Comienza el día.
Mientras yo me preparo arriba, abajo ya todo es movimiento y risas. Hoy desayunamos en la terraza. Nos dejamos acariciar por el sol haciendo planes para todo el día. Saldremos a remar, a descubrir calas nuevas y cuevas de dragones deslizándonos sobre praderas de posidonia donde pastan las zalemas. Por la tarde paseo por el pueblo y cena al borde del mar. Es un lujo disfrutar de este Parque Natural.
Recogemos en un pis pás, las camas se hacen volando, con dos baños nos olvidamos de las colas, cogemos todo lo necesario de la despensa, vemos que el riego automático está funcionando y nos vamos a la playa.
Volvemos cansados y felices, nos peleamos por utilizar la manguera del jardín para quitarnos la sal. Nos encanta el jardín, es perfecto para estar a solas y en silencio (si los pájaros te dejan) y para llenarlo de amigos y alegría.
Paramos un rato a tomar una infusión, sentada en el salón con ambas puertas abiertas, contemplo la vegetación. Estoy dentro de casa y parece que estuviera fuera.
Ya estamos todos guapos, nos vamos a pasear y a cenar al pueblo. En 15 minutos estamos en el centro, recorremos la zona de los huertos, bajamos por la rambla y volvemos a picar algo al paseo marítimo.
La última en casa, bajo las estrellas, listos para ir a dormir del tirón. Amaneceremos con fuerzas para una nueva aventura.
En esta casa tendrás buena temperatura todo el año, gracias a sus cristales dobles y chimenea en invierno, y a su magnífica ventilación cruzada en verano. Orientada a los cuatro vientos, cuenta con iluminación y calor natural, lo que te ayudará con la factura de la luz, a la vez que ofrece espacios de sombra y frescor en pleno agosto. La cocina abierta al salón y orientada al jardín es un plus a la hora de compartir espacio y charlas con la familia y los allegados.
Su ubicación te permite llegar en poco tiempo al pueblo a la vez que evitas los ruidos del mismo. La calma y el silencio son señas de identidad en Los Cortijos de Las Negras.
Distribuida en dos plantas tiene en la principal la cocina, la despensa, el salón comedor, la chimenea, un dormitorio doble con armario empotrado, un baño completo con ducha y ventana y salida la terraza con pérgola y de ahí al jardín. En la planta alta está el segundo dormitorio, también doble, con armario empotrado y acceso a gran terraza solarium, además del segundo baño, éste con bañera (y dos ventanas).
En el exterior hay una zona de lavadero muy práctica. La fachada norte está diseñada para disfrutar de la sombra aprovechando un rincón con banco de obra. El diseño del jardín dispone de diferentes espacios y ambientes, con una vegetación cuidada y consolidada.
Las Negras es una localidad y pedanía perteneciente al municipio de Níjar, se encuentra situada dentro del parque natural de Cabo de Gata-Níjar a unos 50 km de la capital provincial, Almería. Con apenas 300 habitantes en invierno, multiplica su número en verano y festivos. Cuenta con una importante oferta de restauración prácticamente abierta todo el año, lo que hace que el pueblo permanezca vivo aun en invierno. En cuanto al ocio, hay de todo: senderismo, buceo, kayak, surf, pesca, natación, geología.... biblioteca, música en directo, mercadillos.
Su cercanía a otras localidades del parque natural y a todas sus playas hace de Las Negras un lugar especial para vivir, veranear o invertir.